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dilma rousseff y lula da silva, símbolos del pt

Se le acaba el tiempo a Dilma y al Partido de los Trabajadores

Los brasileños irán el 5 de octubre a las urnas por elegir entre el continuismo de un gobierno de más de una década o por el cambio. 

Publicado: 2014-09-23

La ecologista Marina Silva, otrora analfabeta y trabajadora del hogar, se vislumbra como la próxima presidenta de Brasil, lo que pondría fin a la hegemonía de doce años en el poder del Partido de los Trabajadores (PT). 

Precisamente, dado que al PT le costó décadas de lucha en las urnas llegar al poder, ahora hace hasta lo imposible por no perderlo y, en ese contexto, la guerra sucia contra Marina Silva se ha endurecido al punto de presentar su candidatura como una amenaza al progreso de Brasil.

marina silva en plena campaña electoral

No solo está en juego la permanencia del omnipresente Partido de los Trabajadores (PT), sino que está en cuestionamiento el modelo económico y una nueva forma de hacer política en el gigante sudamericano.

En los años noventa Brasil mostró su interés en ponerle énfasis a una postergada integración con sus vecinos sudamericanos. En el campo económico primero Fernando Henrique Cardoso y luego Lula da Silva cambiaron la relación con los Estados Unidos y aumentaron las exportaciones e inversiones para contrarrestar el crecimiento asiático.

En el campo político, Brasil buscó liderar la lucha antiexpansionista norteamericana y se convirtió en un guardián de los sistemas democráticos sudamericanos, con algunas salvedades ideológicas, y planteó un cambio en las políticas de seguridad y afianzó la estrategia en el medio ambiente, sobre todo en la Amazonía.

Pero Brasil ha demostrado, al igual que casi todos los países sudamericanos, que todavía es un estado débil y con una democracia que se encuentra en proceso de construcción. Para que un estado se muestre fuerte debe tener un alto nivel de institucionalidad, reducir las desigualdades sociales y bajar sus índices de corrupción.

El Brasil de Lula da Silva primero y Dilma Rousseff luego, bajo el manto del PT, no ha podido bajar las tasas de corrupción que tanto han aquejado y caracterizado a la clase política brasileña. Basta con recordar que en 1992 el entonces presidente Fernando Collor de Mello renunció antes de ser destituido del cargo por un caso de corrupción.

marina silva y dilma rousseff en uno de los debates presidenciales

No obstante, Brasil se encuentra a la vanguardia política y económica de América Latina. Es la séptima economía del mundo según el Fondo Monetario Internacional (FMI) y ha experimentado un crecimiento sostenido del 7% en la última década, gracias a su industria, que incluye acero, minerales, carbón, maquinaria, fabricación de armas, aviones, automóviles, textiles, además de contar con una siempre creciente oferta turística. Para el Mundial de Fútbol 2014 llegaron a territorio brasileño más de 692 mil extranjeros de 200 nacionalidades. De hecho, Brasil forma parte del BRICS, un conjunto de países superpoblados pero que caminan hacia el desarrollo debido al alto nivel de inversiones, entre los que también están Rusia, India, China y Sudáfrica.

Sin embargo, la inseguridad en Brasil es un asunto pendiente. De acuerdo con el Instituto de Seguridad Pública de Río de Janeiro, solo en dicho estado se han producido más de 35 mil asesinatos en los últimos ocho años, lo que revela un déficit de políticas de seguridad que puedan garantizar la tranquilidad de los ciudadanos en la zona de mayor turismo en el país.

Este 5 de octubre, mientras los peruanos estemos concentrados en nuestros propios comicios internos, los electores brasileños darán su veredicto final. Por un lado, las encuestas de opinión indican que un 70% apuesta por el cambio, pero en la práctica la actual presidenta Dilma Rousseff comparte prácticamente el primer lugar con Marina Silva.

Silva, quien rompió con el PT luego de 25 años de militancia, ha prometido un cambio radical en la manera de hacer política, desterrando la corrupción y el clientelismo. Veremos qué tanto apuestan por ella los electores brasileños.


Escrito por

Carlos Novoa

Periodista viajero e internacional. Profesor universitario. Estudiante de la Maestría de Ciencias Políticas en la PUCP.


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