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morales celebrará su triunfo en la plaza murillo

Bolivia aún apuesta por Evo Morales

Tras ocho años en el poder y pese al desgaste de su gestión, el otrora dirigente cocalero mantendrá el poder y será reelegido este domingo.

Publicado: 2014-10-07

Este domingo 12 de octubre los bolivianos irán nuevamente a las urnas y todo indica que, pese al desgaste de su gestión, el presidente Evo Morales será reelegido por un 50% de votos.  

Morales se convirtió en presidente de Bolivia en enero del 2006 con un 63% de votos. Es decir, los bolivianos le dieron carta libre para aplicar su plan de reformas estructurales que él llamó revolución indígena. El dirigente cocalero fue un outsider que movilizó las masas en contra de una desgastada élite política, representada en el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, quien fue expulsado del poder tras una violenta protesta social. Luego Bolivia tuvo efímeros presidentes hasta que Morales se instaló en el Palacio Quemado de La Paz.

Una revolución revela sentimientos de frustración y resentimiento contra algo o contra alguien. En el caso boliviano, se trataba de una estructura feudal con una masa pauperizada de campesinos indígenas, postergados por más de 200 años, aun cuando Bolivia tuvo ciclos de crecimiento en minerales, sobre todo con la explotación del estaño.

El discurso populista de Morales está arraigado entre sus seguidores a partir de su lineamiento antiliberal, antiimperialista y antioligárquico. En lo económico plantea una receta nacionalista e industrial, obviamente con un manejo económico estatal.

la oposición no ha logrado articular un discurso contra evo morales

Morales es consecuencia del desarticulamiento de un antiguo orden y la búsqueda de una reorientación social y política con otros actores que derrotaron a la oligarquía y abrieron la puerta a una nueva clase social a grupos que históricamente estuvieron marginados.

Eso es algo que el MAS (Movimiento al Socialismo) de Morales no considera ceder tan fácilmente, ya sea por métodos legales o ilegales (modificar las reglas de juego, como ya lo hicieron al cambiar la Constitución).

El socialismo de Morales se basa en lo que el politólogo Adam Przeworski, de la Universidad de Nueva York, llama control económico porque esto le permite usar los recursos del Estado para afectar la vida de la gente. Los recursos económicos están concentrados en el gobierno y el estado los utiliza como quiere.

El populismo de Morales llevó su interpretación de la democracia hacia lo que hoy se conoce como autoritarismo competitivo, es decir el atornillamiento en el poder de un partido político, en este caso el MAS, con enormes ventajas sobre una alicaída oposición y un sistemático abuso de poder con los recursos del Estado.

En este escenario no existen condiciones para que la oposición llegue al poder y se da un alto nivel de incertidumbre porque Morales y su revolución todavía tienen una agenda indigenista pendiente.

Si algo queda claro en la revolución de Morales es que se sostiene en un partido político como el MAS, que cuenta con un ideólogo como Álvaro García Linera, actual vicepresidente y ex guerrillero de Túpac Katari. A diferencia de Hugo Chávez en Venezuela, Evo Morales ha impulsado la solidez del MAS, lo que le ha ayudado a construir un nuevo orden político en Bolivia.

el vicepresidente álvaro garcía linera es el soporte ideológico de morales.

Es decir, se han creado empresas estatales en las que se insertaron a grupos sociales otrora marginados y que ahora han emergido a la vida política. Ello supone más un cambio de forma que de fondo, a partir de un cambio de élite que no ha profundizado en las reformas que planteó Evo Morales cuando alcanzó el poder.

Para la oposición de izquierda, el gobierno de Evo no ha sido agresivo en los cambios y se ha estancado en el desarrollo extractivista minero, amparado con un trasnochado discurso nacionalista.

Para la oposición de derecha, la crítica se concentra en el estatismo redistributivo que solo ha llevado un empoderamiento simbólico a los indígenas y que, por el contrario, solo le ha dado cuotas de poder a los grupos cercanos a Morales.

Finalmente, se debe explicar cómo el socialismo de Morales ha dejado cifras positivas en la economía. El crecimiento de un promedio de entre 3 y 4% en los últimos años, estuvo basado en la subida de los precios internacionales del petróleo y los minerales, lo que impulsó el consumo interno. Entonces, en La Paz o Santa Cruz se han visto la construcción de centros comerciales a los que acude la gente a pasear y a consumir, algo impensable diez años atrás.

Toda esta sensación de bienestar para una clase social que estuvo postergada por mucho tiempo, le da a Evo Morales el caudal político que necesita para permanecer todavía por un tiempo más en la Presidencia.


Escrito por

Carlos Novoa

Periodista viajero e internacional. Profesor universitario. Estudiante de la Maestría de Ciencias Políticas en la PUCP.


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