#ElPerúQueQueremos

una mujer árabe israelí deposita su voto

El problema de los árabes-israelíes

La minoría árabe que vive en Israel y que tiene ciudadanía de este país no goza de los mismos privilegios de los ciudadanos judíos. Todo un desafío para el gobierno de Benjamin Netanyahu. 

Publicado: 2014-11-20

El condenable asesinato de cuatro rabinos judíos que se encontraban en una sinagoga a manos de dos árabes residentes en Jerusalén Oriental muestra la intensidad de un conflictivo asunto, pocas veces tomado en cuenta en el universo del problema árabe-israelí: los árabes que viven en Israel, que representan más del 30% de la población; es decir 1’500,000 habitantes, de los que 250 mil viven en Jerusalén Oriental. 

Los árabes-israelíes son los árabes que se quedaron en el territorio tras la independencia de Israel en 1948, que siguiendo el plan de reparto dividía Palestina (bajo mandato británico) en un estado judío y otro árabe.

soldados israelíes durante una redada en un barrio árabe

Lo heterogéneo de la sociedad israelí hace que en la representación en su Parlamento muestre a congresistas de derecha y ultraderecha -por lo tanto opuestos y muy opuestos a negociaciones con los palestinos-, así como también a parlamentarios árabes-israelíes, aunque en una exigua cifra.

Entre los 120 miembros de la Knesset (Parlamento) israelí hay una minoría que pertenece a partidos árabes-israelíes, como el comunista-socialista Jadash, con cuatro congresistas. La Lista Árabe Unida tiene cuatro escaños, y Balad tiene tres.

Los partidos árabes-israelíes no han podido traducir sus respectivas fuerzas en logros, debido a que la comunidad árabe no está representada de modo proporcional en ningún organismo estatal dado el carácter judaico del gobierno israelí.

Aquí se da una pregunta que es parte del debate político y social en este país: ¿Es Israel un Estado Liberal o una democracia étnica?, ¿Ser un Estado judío constriñe o anula a las minorías? Aunque la ley prohíbe cualquier tipo de discriminación por género, raza o creencia, lo cierto es que según informes de agencias independientes, el Gobierno Israelí no provee a los árabes israelíes, que constituyen el 20% de la población, de la misma calidad de educación, vivienda, empleo o servicios sociales que al resto de los israelíes.

Esto explica la tensión de los últimos días en Israel, sobre todo en Jerusalén, una ciudad cargada de simbolismos religiosos y también con ingredientes políticos y sociales. Dado que en Jerusalén Oriental vive casi el 60% de los árabes-israelíes, estos se identifican con los problemas de los territorios ocupados y participan de protestas e incluso de atentados contra judíos como los vistos esta semana en Jerusalén.

de un lado el barrio árabe de shuafat, del otro el barrio judío de pisgaat zeev,.

El actual gobierno de Benjamin Netanyahu ha bloqueado, a través de la construcción de muros, a varios barrios árabes y también se construyen viviendas para judíos en los mismos barrios árabes, lo que sin duda complica la vida de los ciudadanos árabes-israelíes que están más cerca de sus parientes palestinos de Cisjordania y la Franja de Gaza y, además, anhelan que Jerusalén se convierta en la capital del Estado Palestino.


Escrito por

Carlos Novoa

Periodista viajero e internacional. Profesor universitario. Estudiante de la Maestría de Ciencias Políticas en la PUCP.


Publicado en