#ElPerúQueQueremos

La yihad pasó por Dinamarca

Los europeos se preguntan por qué algunos de sus ciudadanos son seducidos por los islamistas que buscan castigar a los infieles al Corán.

Publicado: 2015-02-16

La amenaza terrorista es tal vez uno de los mayores problemas que el mundo contemporáneo sufre en la actualidad. Como se ve a lo largo de la historia de la humanidad, las distintas interpretaciones que se le puedan dar a un contenido religioso –el Corán, la biblia o la torá- son entendidas de distinta manera a tal punto que una motivación política puede aprovecharse de las circunstancias para manipular cualquier tipo de discurso. 

Es lo que pasa con la yihad en el mundo islámico actualmente. Lo ocurrido el sábado en Copenhague, Dinamarca, es otra muestra de cómo la manipulación de un grupo de islamistas que utilizan la religión con un propósito político, se aprovechan de una serie de circunstancias que van desde el desarraigo de ciudadanos europeos que no se sienten como tal y, por el contrario, abrazan el yihadismo al sentirse discriminados en Europa, así como también aprovechan los usos y costumbres tecnológicas que son un eje articulador mundial: Todos ven todo en internet y los terroristas utilizan todas las herramientas que la tecnología pone a disposición.

Si algo podemos destacar y saludar quienes estudiamos los temas internacionales en búsqueda de respuestas para nuestro público latinoamericano, es que esta suerte de explosión yihadista que se ha desatado sobre todo en Europa, ha generado un amplio debate entre analistas, estudiosos e intelectuales que desfilan en los medios de comunicación tratando de explicarle a su gente cómo y por qué miles de europeos buscan enlistarse en el Estado Islámico (EI) y adherirse a esa “lucha religiosa” que debe darse contra los “infieles” del mundo –léase cualquier persona que no profesa el Islam-.

Las imágenes de conflictos en Siria, el sufrimiento de los palestinos sobre todo en la Franja de Gaza o los ataques de coaliciones occidentales en Afganistán o Iraq y la presión sobre la teocrática Irán, son escenas bien aprovechadas para explotar la ira que genera esa suerte de imposición occidental sobre los valores culturales orientales, tal como ya lo había planteado en los años 70 Edward Said, otrora notable profesor palestino en la Universidad de Columbia, Nueva York.

Samir Amghar, profesor investigador de la Universidad de Quebec en Canadá, sostiene que la “yihad y el Corán fueron tomados como punto de referencia por los líderes del EI con la finalidad de retomar la vieja idea de un estado panislámico alrededor del mundo, idea que triunfa o fracasa dependiendo de las coyunturas sociales o geopolíticas que el mundo vive”.

El historiador francés Jean Pierre Filiu enfatiza la importancia de la dimensión apocalíptica asociada a un territorio de influencia islámica. “Los candidatos a la yihad aparecen con fuerza cuando más endeble es la cultura musulmana que poseen, aquí el papel de las profecías cobran fuerza y cimentan el argumento de que se debe luchar contra los infieles”. Muchos de esos candidatos a la yihad están fuera del Medio Oriente, precisamente porque desde sus guaridas en cualquier ciudad europea –donde no se sienten identificados- se acercan a los extremistas quienes los convencen con sus discursos y argumentos en los que disfrazan su visión violentista del mundo.


Escrito por

Carlos Novoa

Periodista viajero e internacional. Profesor universitario. Estudiante de la Maestría de Ciencias Políticas en la PUCP.


Publicado en